Actualmente, según las estadísticas médicas, casi todas las personas mayores de 25-30 años se quejan de síntomas de osteocondrosis cervical. La enfermedad afecta esta parte de la columna con más frecuencia que otras. La patología es un proceso degenerativo progresivo que afecta los discos intervertebrales y las vértebras ubicadas en el cuello. La enfermedad es igualmente común entre hombres y mujeres.
Esta es una forma compleja y peligrosa de osteocondrosis, ya que hay grandes vasos sanguíneos en el cuello que irrigan el cerebro y una gran cantidad de terminaciones nerviosas. Los trastornos de la inervación y el flujo sanguíneo provocan un deterioro en el suministro de oxígeno y nutrientes al cerebro.
Signos de enfermedad
Los síntomas de la osteocondrosis cervical son más pronunciados que en otras partes de la columna, incluso con lesiones menores. Esto se debe al hecho de que las vértebras en el cuello están ubicadas cerca una de la otra y los discos intervertebrales tienen una altura baja. Esta característica anatómica contribuye al hecho de que con la osteocondrosis, las terminaciones nerviosas, la médula espinal y los vasos sanguíneos se comprimen con mayor frecuencia.
Síntomas generales:
- síndrome de dolor;
- debilidad y disminución de la sensibilidad en las extremidades superiores;
- restricción de la movilidad del cuello;
- coordinación de movimientos alterada;
- mareos frecuentes;
- debilidad general;
- deterioro del funcionamiento de los órganos de percepción (audición, visión, tacto, gusto).
El dolor a menudo se localiza en el cuello y se irradia a la parte posterior de la cabeza, los hombros y los brazos. Las extremidades superiores duelen si la raíz nerviosa responsable de su inervación es pellizcada por la vértebra dañada. El dolor occipital es causado por contracciones espásticas de los músculos del cuello unidos a los huesos occipitales y la circulación sanguínea alterada en esta área.
Se observa debilidad de los brazos en pacientes si una raíz nerviosa está involucrada en el proceso patológico, lo que proporciona inervación a las estructuras musculares de las extremidades superiores.
Se produce una movilidad limitada y un crujido característico al girar o inclinar el cuello si aparecen crecimientos óseos en las vértebras cervicales, la altura de los discos intervertebrales disminuye y las articulaciones ubicadas entre las vértebras se ven afectadas.
Las vértebras del cuello tienen procesos transversales que forman un canal en el que corre una arteria que alimenta el cerebro. Con la osteocondrosis de la columna cervical, las vértebras se desplazan y el tejido conectivo crece en ellas. Esto conduce a la compresión de la arteria cervical, al deterioro del suministro de sangre al cerebelo y las partes posteriores del cerebro. Como resultado, una persona tiene mareos frecuentes, alteración de la coordinación de movimientos y debilidad general. En casos avanzados, si la arteria está involucrada en un proceso patológico o está fuertemente pellizcada, entonces el suministro de sangre al cerebelo, la región occipital y el tronco encefálico se deteriora significativamente. En este caso, la funcionalidad de los órganos de la audición, la visión disminuye, se observa entumecimiento de la lengua y los dedos.
Los síntomas de la enfermedad también dependen de cuál de las ocho vértebras se ve afectada por un proceso degenerativo o inflamatorio. Los trastornos de la sensibilidad y el movimiento son causados por daños en las raíces espinales, que se ven afectadas por ciertas vértebras. Dependiendo de esto, se observan las siguientes manifestaciones de osteocondrosis cervical:
- primera vértebra: el cuello y la parte occipital de la cabeza se adormecen, su sensibilidad disminuye;
- segundo: hay dolor en la región de la corona y el occipucio;
- tercero: se siente dolor y la sensibilidad disminuye en la parte del cuello donde se encuentra la raíz espinal comprimida, la intensidad de las sensaciones gustativas disminuye, hay trastornos del habla;
- cuarto: las sensaciones dolorosas se irradian al hombro, la escápula, el paciente está preocupado por los dolores cardíacos, los trastornos respiratorios, el tono de los músculos del cuello disminuye;
- quinto - se nota dolor en el cuello, que se da en la superficie externa del hombro;
- sexto: dolor en el cuello que se irradia a la escápula, que se siente en el antebrazo y los pulgares;
- séptimo - el dolor se da en la escápula, la parte posterior del hombro, el antebrazo y los dedos (del segundo al cuarto);
- octavo: el dolor se extiende desde el cuello hasta los hombros, los antebrazos y los dedos meñiques.
Hay cuatro grados de osteocondrosis cervical, según la extensión de la lesión. Estas no son las etapas de la enfermedad, sino la gravedad de los síntomas, debido a lo común que es el proceso patológico, a qué vértebras afecta.
- En primer grado, los síntomas clínicos están ausentes o son mínimos. Los pacientes se quejan de dolor leve, agravado por los movimientos de la cabeza. El tratamiento iniciado en esta etapa de la enfermedad será eficaz. Sin embargo, las personas a menudo ignoran los síntomas alarmantes o no los sienten, por lo que no acuden al médico.
- La agravación del proceso patológico intensifica los síntomas. En la segunda etapa, el dolor se vuelve más pronunciado, se administra a las extremidades superiores y los omóplatos. En esta etapa del desarrollo del proceso degenerativo, la altura del disco intervertebral disminuye, como resultado de lo cual se pellizca la fibra nerviosa. Esto se convierte en la causa del aumento del dolor. Para el segundo grado de osteocondrosis de la columna cervical, son característicos los dolores de cabeza, el deterioro de la salud y la disminución del rendimiento.
- El tercer grado de osteocondrosis cervical se caracteriza por la formación de una hernia del disco intervertebral afectado. La movilidad del cuello es limitada, a la palpación, el paciente siente un dolor intenso. Con tal propagación del proceso patológico, el dolor se vuelve constante y se irradia a las extremidades superiores. Hay una sensación de tensión en los músculos unidos a los huesos occipitales. Los pacientes se quejan de mareos frecuentes, debilidad general, entumecimiento de las manos.
- El cuarto grado de osteocondrosis cervical se diagnostica cuando el proceso degenerativo destruye completamente el disco intervertebral. Es reemplazado por tejido fibroso, lo que conduce a una restricción significativa de la movilidad. La médula espinal y los vasos sanguíneos del cuello se ven afectados. Dichos cambios se caracterizan por un deterioro significativo en el suministro de sangre al cerebelo y la parte occipital del cerebro. La falta de oxígeno conduce a alteraciones de la coordinación de movimientos, alteraciones de la audición, visión, entumecimiento de la lengua y trastornos del habla.
Métodos de tratamiento
Una visita oportuna a un médico cuando aparezcan los primeros síntomas alarmantes, malestar en el cuello, reacciones del sistema nervioso evitará la progresión de los cambios degenerativos. El tratamiento de la osteocondrosis cervical consiste en un conjunto de medidas terapéuticas. Entre ellos:
- tomando medicamentos;
- masaje;
- ejercicios de fisioterapia;
- procedimientos de fisioterapia.
El tratamiento se lleva a cabo en el hogar y de forma ambulatoria, bajo la supervisión de un médico. En algunos casos, es posible que se requieran métodos más radicales, luego el paciente es hospitalizado.
Terapia con medicamentos
Los siguientes grupos de medicamentos se utilizan para tratar la osteocondrosis de la columna cervical:
- medicamentos antiinflamatorios no esteroideos;
- condroprotectores;
- relajantes musculares;
- medicamentos que mejoran los parámetros reológicos de la sangre;
- Vitaminas B
Los médicos recetan medicamentos antiinflamatorios para reducir la intensidad del dolor, reducir la inflamación y la hinchazón de la raíz nerviosa. Los condroprotectores restauran el tejido cartilaginoso dañado en el disco intervertebral. Los relajantes musculares relajan los músculos del cuello y alivian los espasmos. Los medicamentos para mejorar el flujo sanguíneo ayudan a restaurar el suministro de sangre deteriorado al cerebro. Las vitaminas B activan el metabolismo en los tejidos nerviosos. Con dolor intenso, el médico puede recetar medicamentos analgésicos. Si el paciente tiene un síndrome de dolor severo, los analgésicos se administran por vía parenteral, después de que el dolor desaparece, cambian a píldoras.
Además de los medicamentos de farmacia, el paciente puede utilizar métodos tradicionales para tratar la osteocondrosis cervical. Antes de usarlos, debe consultar a un médico para que no haya conflicto entre medicamentos y medios no tradicionales. Las decocciones e infusiones de semillas de eneldo, conos de lúpulo, flores lilas ayudan a detener el proceso inflamatorio y alivian el dolor.
Fisioterapia
La fisioterapia es una forma eficaz de combatir la osteocondrosis de la columna cervical. Es imperativo tratar esta enfermedad utilizando tales técnicas, como resultado de lo cual se logran los siguientes resultados:
- disminuye la intensidad del dolor;
- se activa la restauración del tejido óseo, cartilaginoso y muscular afectado;
- alivia los espasmos y la tensión en los músculos;
- se detiene el proceso inflamatorio;
- mejora el suministro de oxígeno y nutrientes al área afectada y al cerebro.
Los siguientes tipos de procedimientos se consideran los más efectivos en el tratamiento de la osteocondrosis:
- electroforesis del fármaco (se aplica una corriente eléctrica al área afectada que, además de activar el flujo sanguíneo y la restauración tisular, mejora el suministro del principio activo del fármaco a los tejidos afectados por el proceso degenerativo);
- terapia de ultrasonido (los procesos metabólicos en el área enferma se activan, el dolor disminuye, la inflamación se detiene);
- magnetoterapia (alivia la hinchazón del área afectada, lo que ayuda a reducir la intensidad del dolor);
- terapia con láser (mejora la circulación sanguínea en el área del proceso patológico, tiene un efecto antiinflamatorio).
También el médico puede recomendar acupuntura, procedimientos balneológicos.
Ejercicios de fisioterapia
Los ejercicios se prescriben durante el período en el que se detienen las manifestaciones agudas de la enfermedad. Durante la gimnasia, no debe haber molestias ni dolor.
El complejo debe realizarse al alcanzar una remisión estable para evitar recaídas.
- Colócate boca abajo, levanta la cabeza y el cuerpo apoyándote en las manos. La espalda está recta, la respiración es profunda y uniforme. Mantén la posición durante uno o dos minutos, luego toma lentamente la posición inicial. El número de repeticiones es 3.
- Posición: acostado boca abajo, con los brazos a lo largo del cuerpo. Gire lentamente la cabeza, tratando de tocar el suelo con la oreja. Repita 6 veces en cada lado.
- Sentado o de pie, incline la cabeza mientras inhala, tratando de alcanzar el pecho con la barbilla. Mientras exhala, tire suavemente de la cabeza hacia atrás, levantando los ojos hacia el techo. El número de repeticiones es de 10 a 15.
- Un buen ejercicio para fortalecer los músculos del cuello es presionar la frente contra las manos. Para lograr el efecto, debe presionar con las palmas de las manos en la frente y la frente en las palmas de las manos durante 30 segundos. Repite tres veces.
- Gire la cabeza en un círculo. El ejercicio debe realizarse de forma lenta y suave. En cada dirección - 10 vueltas. La aparición de mareos al realizar movimientos es inaceptable. Si esto sucede, debe detenerse de inmediato.
Todos los ejercicios deben realizarse con suavidad, sin movimientos bruscos, en caso de deterioro de la salud, aparición de náuseas, mareos, deténgase inmediatamente.
Masaje
El curso lo prescribe el médico en ausencia de dolor agudo, solo puede ser realizado por un especialista con educación médica. Con tal enfermedad, no se recomienda contactar a personas no profesionales.
Efectos curativos del masaje de cuello:
- mejora el flujo sanguíneo y linfático en el área afectada;
- los músculos se relajan, el espasmo alivia;
- la intensidad de las sensaciones dolorosas disminuye.
Los especialistas utilizan todo el arsenal de movimientos de masaje: acariciar, frotar, amasar, apretar y vibrar.
Cirugía
La operación está indicada si la terapia conservadora no da resultados dentro de los seis meses, el paciente sufre de dolor intenso, se observan signos de daño en las fibras nerviosas y mielopatía. Si la osteocondrosis de la columna cervical continúa con complicaciones, existe la amenaza de accidente cerebrovascular, existe una fuerte compresión de la médula espinal, entonces es necesaria una operación.
Según las indicaciones, se utilizan los siguientes tipos de intervenciones quirúrgicas:
- discectomía endoscópica: extracción de una parte o de todo un disco intervertebral;
- laminotomía: escisión de ligamentos óseos y partículas de tejido óseo demasiado crecidas (a menudo combinada con laminoplastia: la instalación de placas artificiales para expandir el canal espinal);
- vaporización con láser del núcleo del disco: división del núcleo del disco intervertebral con un rayo láser simultáneamente con la destrucción de sus fragmentos destruidos;
- nucleoplastia de plasma frío: en lugar de un endoscopio, se utiliza una aguja hueca larga y delgada, que se inserta en el disco intervertebral, a través de la cual se coloca un electrodo en el sitio de la lesión, que tiene un efecto de plasma frío.
El cuello es un órgano complejo que contiene grandes vasos sanguíneos, la médula espinal. Son fáciles de dañar, por lo que se recurre a intervenciones quirúrgicas en no más del 5% de los casos. El tratamiento quirúrgico suele ir acompañado del desarrollo de complicaciones. Entre ellos:
- proceso inflamatorio en los tejidos o membranas de la médula espinal;
- osteomielitis;
- cicatrización que resulta en un estrechamiento de los canales arterial y espinal.
La cirugía de la columna cervical es difícil y requiere un largo período de rehabilitación. La recuperación de un paciente después de la cirugía lleva seis meses o más.
Prevención
Para prevenir el desarrollo de osteocondrosis cervical es necesario:
- monitorear la posición de la columna y el cuello;
- lleve un estilo de vida activo, muévase más;
- mientras realiza ejercicios físicos, debe tener cuidado, observar la ejecución correcta, ya que incluso lesiones menores pueden afectar la condición del sistema musculoesquelético;
- cuida la posición correcta del cuerpo durante el sueño, compra un colchón ortopédico o anatómico;
- equipar adecuadamente un lugar de trabajo donde una persona pasa mucho tiempo;
- participar regularmente en educación física;
- controle su dieta, asegure el suministro de todos los minerales beneficiosos necesarios para tener huesos fuertes, especialmente magnesio y calcio;
- se somete constantemente a exámenes de dispensario para la detección oportuna de osteocondrosis.
La prevención ayudará a prevenir cambios degenerativos en la columna cervical, protegerá contra sensaciones dolorosas, mareos, entumecimiento de las extremidades y otros síntomas desagradables.